miércoles, mayo 18, 2011

Últimos días

Mientras afuera se están matando por ver quién consiguió más votos, quién tiene más dinero, quién tiene más poder, quién sabe más de un tema o de otro, quién sufrió más, quién amó más, quién odia más, quién tiene más cosas que el otro y hasta quién merece más porque es más pobre que el otro...

Aquí adentro el tiempo sigue transcurriendo...
En pocos días nos iremos de aquí y me ha entrado nostalgia de dejar este "pueblo" como lo llamé siempre. El frío no me afecta mucho ahora, ya me he acostumbrado a no hallar cosas aquí, incluso a caminar sola luego de dejar al marido en la oficina, a no tener amigos para salir y compartir una linda tarde, o una buena taza de chocolate, o cualquier novedad. Uno se acostumbra a cualquier cosa (o casi cualquier cosa), jejeje.

Jamás me voy a olvidar que Tulcán fue nuestro "primer nidito de amor", si, ¡por más cursi que suene! Habrá que ver qué más cosas se vienen en el futuro.

A quienes nos vinieron a visitar mientras vivíamos aquí, muchas gracias, adoré su presencia, cocinar para ustedes y atenderlos. A quienes ofrecieron visitar y jamás llegaron, que pena, se lo perdieron, jejeje.

Y bueno, sé que extrañaré algunas cosas de aquí, especialmente el cuy del Charco de Ipiales-Colombia, jajaja. Los mellocos!!, la tranquilidad de dejar solo el depar sin llegar a encontrar novedades, la velocidad del internet, lo barato que pago de luz, la fuerza del agua para bañarse, los jeans y la ropa interior colombiana... por ahora no recuerdo qué más es que me gusta de acá, pero eso si, que no quede duda: a quienes más voy a extrañar es a mis suegros, al menos por un tiempo, mientras nos estabilizamos y podemos viajar y visitarlos. Uno debe ser grato con quienes le han ayudado, y les guardo una eterna gratitud, gracias a ellos hemos logrado algunas cosas, no serán como mis padres (en ciertos aspectos), pero si son excelentes personas.

Hay que empacar, y uno se lleva sus cuatro trapos en cuatro cartones. Tres años metidos en cajas y embalados con esponja, periódico, cinta y cuerda. Nos vamos con tres años de alegrías, se quedan los enojos, las angustias y las tristezas, a fin de cuentas para donde vayamos tendremos más alegrías, más enojos, angustias y ojalá que no tantas tristezas!