Son ya siete meses y veinte y dos días desde que nació Joaquín.
Ya se me acabaron las excusas que tenía para justificar el abandono de este blog. Incluso lo eliminé, pero el marido dice que luego me he de arrepentir de eso, así que me acaba de convencer de activarlo nuevamente...
Aún seguimos esperando que salgan los papeles para poder pasarnos por fin a nuestra casa. Pero pasa cada cosa y se demora casi como si fuera adrede.
A veces siento que tengo la felicidad en pausa, esperándome, para cuando salga de aquí. Otras veces, en cambio, me pongo a pensar todo lo que voy a extrañar de este pequeño espacio que me ha acogido, las visitas a mi mami, solo cruzando el patio ya llego a ella...
Me han dado muchas gripes últimamente, dicen que es por la lactancia, yo no sé.
Me he sentido tan quieta que incluso hay días en que todo me desespera, todos se mueven, progresan, se superan, se divierten, estudian, escriben, toman fotografías, leen, salen, corren, hacen cosas... y yo... yo solo soy madre, la que hace los almuerzos, la que lava la ropa del bebé, la recoge, la dobla y guarda, la que le da de comer al perro, la que intenta trabajar por las tardes con la mayor dedicación para entregar los artes a tiempo... la que sale con el bebé solo a paseos cortos, la que le da la teta, la que le hace sus papillas y le da de comer, la que le limpia sus cacas, le cambia los pañales, le sienta en la vasenilla... No sé porqué ando pensando que ser madre es tan poca cosa... si yo sé que no es así, pero como que no estoy tan convencida que digamos...
Me estoy llevando bien con mi ñaña otra vez, y me alegra, me anima, me hace pensar que no mismo soy un fenómeno siendo madre primeriza...
He vuelto a escribir con puntos suspensivos... ¿se fijaron?
Tengo tantos sueños suspendidos, rodean mi cabeza, unos me deprimen al sonar tan imposibles, otros solo están ahí, tapados, como si estuvieran bajo telas, a la espera de ser mirados.
Quiero retomar la lectura, pero mis libros aún están en algún lugar de esta casa, en alguna caja, quién sabe dónde... y los libros nuevos son tan caros (o yo soy tan pobre, jajaja) que mejor es... ahí queda...
Quiero...
No importa lo que quiero (aunque en realidad a mí si me importa)
Se acabó mi tiempo, Joaquín time..
Ya se me acabaron las excusas que tenía para justificar el abandono de este blog. Incluso lo eliminé, pero el marido dice que luego me he de arrepentir de eso, así que me acaba de convencer de activarlo nuevamente...
Aún seguimos esperando que salgan los papeles para poder pasarnos por fin a nuestra casa. Pero pasa cada cosa y se demora casi como si fuera adrede.
A veces siento que tengo la felicidad en pausa, esperándome, para cuando salga de aquí. Otras veces, en cambio, me pongo a pensar todo lo que voy a extrañar de este pequeño espacio que me ha acogido, las visitas a mi mami, solo cruzando el patio ya llego a ella...
Me han dado muchas gripes últimamente, dicen que es por la lactancia, yo no sé.
Me he sentido tan quieta que incluso hay días en que todo me desespera, todos se mueven, progresan, se superan, se divierten, estudian, escriben, toman fotografías, leen, salen, corren, hacen cosas... y yo... yo solo soy madre, la que hace los almuerzos, la que lava la ropa del bebé, la recoge, la dobla y guarda, la que le da de comer al perro, la que intenta trabajar por las tardes con la mayor dedicación para entregar los artes a tiempo... la que sale con el bebé solo a paseos cortos, la que le da la teta, la que le hace sus papillas y le da de comer, la que le limpia sus cacas, le cambia los pañales, le sienta en la vasenilla... No sé porqué ando pensando que ser madre es tan poca cosa... si yo sé que no es así, pero como que no estoy tan convencida que digamos...
Me estoy llevando bien con mi ñaña otra vez, y me alegra, me anima, me hace pensar que no mismo soy un fenómeno siendo madre primeriza...
He vuelto a escribir con puntos suspensivos... ¿se fijaron?
Tengo tantos sueños suspendidos, rodean mi cabeza, unos me deprimen al sonar tan imposibles, otros solo están ahí, tapados, como si estuvieran bajo telas, a la espera de ser mirados.
Quiero retomar la lectura, pero mis libros aún están en algún lugar de esta casa, en alguna caja, quién sabe dónde... y los libros nuevos son tan caros (o yo soy tan pobre, jajaja) que mejor es... ahí queda...
Quiero...
No importa lo que quiero (aunque en realidad a mí si me importa)
Se acabó mi tiempo, Joaquín time..
3 comentarios:
escribir es para valientes...
Que paso Kodamita, nada de menospreciar el trabajo de madre que bien que lo estas haciendo, ya quisieran muchas madres primerizas ser como vos!
Ya vendra el momento para leer, sacar fotos, pasear etc... tu trabajas siempre muy arduo y eso traerá frutos, ya verás.
Caricato: Más bien escribir estas cosas, ha de ser, jejeje.
Chaulafanita!!: Qué será, qué sera... a veces es muy frustrante sentir que no voy a ningún lado, jejeje. Si, ya vendrá ese tiempo, tengo aún muchos planes! Gracias :)
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