El verano y las adolescentes con poca ropa me remontan a mis trece años; donde mi única "preocupación" era hacer todo lo posible para que el chico que me encantaba me viera.
Mi primer beso, el primer "amor de mi vida", simple, puro.
"Escapar" en bicicleta y creerme dueña del mundo pedaleando. Bajar las cuestas a toda velocidad sin miedo, sin las manos en el manubrio siquiera... Tener energía siempre, la mente fresca, las ideas, la lectura!!
Recién voy sientiendo el peso de los años. La juventud de ahora me llena de nostalgia, es como si yo ya fuera una anciana y los miro así, de lejos, y solo pienso "ay... cuando una es joven..."
Con certeza tengo el alma vieja... y unas cuantas arrugas en el rostro también.
Los años no pasan en vano, pasan sin que uno se de cuenta. Para ser sincera, hubiera querido no darme cuenta, aún.
2 comentarios:
Que hermosamente triste lo que escribes, en momentos como estos es cuando me da coraje no haber entrenado lo suficiente mis super poderes mágicos para poder colocarte en una bicicleta cuesta abajo y verte gritar como una loca mientras desciendes... Un saludo muy sinceramente afecusoso Sra. Sam.
Los vientos de los nuevos veranos también tienen su belleza. :)
Jajaja, esos super poderes mágicos también los quisiera haber entrenado bien. Al momento solo sirven para "predecir" un poco lo que pasará si... cualquier cosa :)
Un saludo de vuelta mientras disfruto estos veranos nuevos.
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