lunes, octubre 24, 2011

Ya mismo son tres meses

No diré que todo es color de rosa, tampoco que es una maravilla y todo es perfecto, primero, porque no creo que exista la perfección, segundo porque no lo veo así.

Han habido días y días. Días en que Joaquín no duerme y me irrito, y tengo que salir de la habitación para que él no me vea irritada. Días en que duerme como todo un angelito, sus tres horas y hasta más, y tengo que ir a despertarlo para que coma y no pierda una tetada. Por lo general Joaquín despierta de muy buen humor, sonríe, mueve sus manitos, sus piernas muy contento! Ya me demoro mucho menos en darle de comer y que vuelva a dormir. Por las mañanas no hay problema alguno y se queda no más bien dormido. En las tardes yo no sé qué le da que no duerme completo y para dormirse, a uno le toca estarle haciendo de chinesco, o, se le deja y llora máximo unos 10 minutos y luego se queda dormido.

El tiempo se me ha reducido casi completamente. Especialmente cuando tengo trabajo pendiente, como ahora, y si, no debería estar en el internet "distrayéndome", porque luego me voy a arrepentir por no haber trabajado algo estos minutos. Cuando quiero dedicar tiempo para mí, sea para hacer ejercicio, tanto para mi espalda como para bajar esta medio guata que me quedó, o cuando quiero leer, o alguna cosa extra, que al momento no se me ocurre, mijo es como un brujo, llora de inmediato, y tengo que ir a ver qué le pasa, y aunque no lo levante de la cuna, no se calla y entonces ya no pude hacer lo que tenía pensado y me quedo con ganas.

Lo que más extraño es salir a caminar. Ya mismo cumple tres meses y saldré con él, será maravilloso para los dos!

Una no nace sabiendo ser madre. Cada cual cría a sus hijos de la manera que le parece más conveniente. Todos los niños son diferentes, ninguno es más ni menos, mejor ni peor que otro. Esto me lo he venido repitiendo todo este tiempo, y si, estoy convencida de que así mismo es.

Se aprenden cosas cada día. Disfruto mirándolo sonreir, cuando observa las cosas y personas a su alrededor, cuando toma el sol por las mañanas y se mueve un montón... Disfruto de mi hijo y me armo de mucho valor cuando se pone molestosito y tengo que ir a ver qué le pasa, interrumpiendo mi trabajo o los quehaceres del hogar.

Estoy en el dilema de dejar de trabajar y dedicarme solo a él o seguir así como estoy, haciendo todo lo más pronto posible, comiendo al apuro (ahí se me va hasta el hambre) y demás cosas "al apuro". Pero por el momento no puedo dejar el trabajo. Así que no tengo más que hacer que sacar mucha paciencia para mi Joaquín, darle todo el tiempo que pueda, que es bastante, pero también dedicarme al trabajo de diseño y al trabajo de la casa. Quizás me falte organizarme más, siento que por más que madrugue, el tiempo, el día, se acaba en un instante!

Extraño tomar fotos y sentarme a editarlas, apenas unas pocas más he podido lograr y no son muy buenas que digamos... Seguramente este sacrificio valdrá la pena.

Mientras tanto, los tres, seguimos conociéndonos y viviendo el día a día.