miércoles, julio 30, 2008

Irritabilidad

Estoy irritable, no sé si sea por el frío, odio el frío, y desde que llegué no hago más que estar temblando y con las manos moradas, los pies congelados y, claro, eso sí, llena de sacos, bufandas, medias de lana, camisetas, guantes, cobijas; ya no sé qué hacer con tanto frío; encima llueve a cada rato, día y noche, tengo un edredón que ya va como dos semanas y no se acaba de secar, por suerte aún no huele a moho, apenas lo saco y parece que el cielo lo nota y ¡zas! manda lluvia; o, parece que unos pequeños rayitos de sol quieren colarse por entre las negras nubes y entonces salgo, abrigada igual, pero sin mi paraguas, y de nuevo, adrede empieza a llover, o a soplar esas corrientes heladísimas que en seguida me provocan escalofrío...

Si quiero tomar un baño, el agua caliente apenas calienta, esa válvula de un cuerno no sé porqué no "chupa" todo el gas, y siendo que aún hay medio tanque, nada, odio ese sistema de una sola conexión para el agua caliente y para la cocina, y claro, para variar solo yo siento frío cuando me baño.

Si duermo, me duele la espalda, amanezco con dolor de espalda, así duerma con o sin almohada, no puedo pasar solo sentada ni solo parada, igual me sigue doliendo. Así duerma con o sin cobijas sigo con sinusitis, que claro, pese a que llevé el cultivo, el dr. no supo atinar la medicación y seguramente mi cuerpo ya habrá generado resistencia de nuevo y por eso no me acabo de curar; el dolor en la garganta llega cada noche, en la mañana hasta sangre me sale de la nariz, a mí que nunca me ha sangrado la nariz.
Me duele la mandíbula, no puedo masticar bien con el lado izquierdo...

Medio camino por alguna parte del departamento y está puro papelitos o basuritas minúsculas que de solo verlas me cabrean, aspiro, y me duele más la espalda porque tengo que estar agachándome a cada rato; y apenas acabo de aspirar, no pasa ni una hora, y de nuevo las pinches basuras esas siguen apareciendo de no sé dónde, como si alguien adrede las pusiera ahí solo para hacerme morir de iras.

Los muebles, siendo que casi ni hay, están llenitos de polvo, toditos los días los limpio, y toditos los días sigue el polvo ahí...!

A cada rato limpio las manchas en la cocina, en los muebles que son blancos para que se vean blancos, y para la noche de nuevo ya están cochinos. Trapeo la cocina tres veces al día porque igual, a cada rato asoman las huellas de los zapatos, y medio acabo de trapear y de nuevo ahí están!

Ya no sé cómo sacar esa pinche mancha blanca de la ducha, friego con todo, esponja, trapeador, esponja lustre, cepillo de ropa, con cloro, desinfectante de olor, polvo "mágico" y esa mancha horrible siempre regresa...

Insisto... estoy irritable, pero lo que más me pone así es el frío; añoro el viento tibio en la cara, el poder ponerme una camiseta y solo salir con una camiseta que combine con algún pantalón, usar sacos y guantes únicamente en la noche y para estar afuera... no soporto este clima, necesito calor y no solo humano... (de nuevo la pinche foto se pixela así pequeña... que raro...)

domingo, julio 27, 2008

Paseo dominguero

Hoy conocí el páramo, fuimos de "paseo familiar" a las faldas del volcán Chiles, me encantó, yo estaba como niña chiquita medio sentada y con la cara pegada a la ventana para ver los frailejones, habían millón de esos en todas las lomitas y montañas del lugar. Yo juraba que el páramo era seco, hoy me vengo a enterar que ha sido, claro, a más de helado, que ya sabía, húmedo.

Antes no me gustaba mucho esos "paseos familiares"; típico, que, de niña, mami me tenía sentada o parada al lado suyo, cogiéndome las manos, claro, para que yo no pudiera moverme e ir a curiosear ni "hacer travesuras", ese asunto era desesperante, digo, no tenía la libertad (al menos no siempre) de poder ir a "inspeccionar" como me hubiera gustado, solo cuando mami se despistaba, y eso, no era muy a menudo. De adolescente era casi parecido, no nos dejaban ir solos a ningún lado, siempre había que ir con mis papis, y si nos queríamos quedar "elevados" viendo algun baile, exposición, o algo, pues no, ya era tarde, ya estaba frío, ya esto o lo otro.

Hasta me acuerdo que una época les dio por no darnos permismo a ningún lado porque disque, si queríamos ir dar vueltas por la
casa, "el violador que andan buscando en Quito, ya está en el Valle", o, en el caso de querer salir a Quito, pues "el violador que andan buscando en el Valle, ya está en Quito"; ahora es para matarse de risa, pero claro, en ese tiempo era bastante molestoso, pese a que tengo la suerte que nunca me encantó salir a fiestas ni esas cosas, así que la que realmente sufría era mi hermana fiestera.

Quizás, sea como sea, el que no me hayan dado tanta libertad en esas épocas, me hizo, ser ahora una persona bastante curiosa, capaz de sorprenderme con cualquier cosa fuera de las formas que miro comúnmente, así que es bueno, no?, o, también puede ser que ya tengo el ojo de diseñadora bastante entrenado, y difícilmente algo se me escapa, jejeje. Arriba, frailejones en su hábitat natural, abajo, linda tarde dominguera (no sé porqué se pixelan pequeñas, pero si las agrandas se ven mucho mejor)


miércoles, julio 23, 2008

Las vacaciones de Camila II

Una de las cosas que más me ha complicado es poder peinar a Camila, digo, tiene el cabello corto, y aún así no es tanto por el tamaño, sino porque... ¿no tengo mucha práctica?, le mando a mojarse todo el cabello y luego estoy luchando con sus "pelos" y la peinilla; le "parto la raya" por la mitad, por un lado, una y mil veces, y esa raya ¡no queda recta! Ayer se enojó porque no quería que le haga una "media cola chueca", aunque hoy me dijo que le haga el mismo peinado, sino que le agregué una trenza pequeñita en la parte que no tiene el "cacho", de todos modos, el peinado le dura solo unas horas, veré a qué momento empieza a parecer "una brujita chiquita"

¿Cómo será que hacía mi mami? ella nos peinaba, como decimos con mi hermana, "peinado chinito" nos estiraba tanto el cabello que los ojos se nos "achinaban" y teníamos que con los dedos jalar la parte de "las patillas" para volver a tener nuestra cara normal; lo que más me acuerdo son las mega binchotas que nos ponía y que eran más grandes que la cabeza (si, tal vez exagero un poco), nos sujetaba primero con un elástico, blanco o negro, y cuidadito que se pierda el elástico! jodidas!. Pero el peinado nos duraba todo el día.
Al contrario, cuando mi papi nos peinaba, se demoraba "horas de horas desenredándonos el cabello", y nos hacía colas chuecas o cachitos torcidos y uno más arriba que el otro, la raya de la mitad torcida, etc, el bus de la escuela nos pitaba afuera, en la puerta de la casa y mi papi no se movía! qué desesperante!, lo chistoso también era que justo cuando mi papi nos peinaba sus "peinados despeinados," ese mismo día nos tomaban la foto para el carnet de la escuela, y claro, los cachos nos duraban apenas horas, y enseguida ya estábamos como "brujitas".

Bueno, espero me vaya mejor mañana con el peinado de Camila, ojalá quiera que le peine igual que ayer y hoy, así voy a ser una experta en "media cola chueca" jajaja. (Arriba una muestra del peinado de ayer; abajo, el peinado de hoy)

lunes, julio 21, 2008

Las vacaciones de Camila I

Camila está contenta, aunque hubiera sido bueno que no haga tanto frío, hizo buen sol la semana pasada hasta el viernes, y sábado y domingo solo lloviendo, qué mal. De todos modos ya salimos a pasear, se tomó fotos con los "dinosaurios" en Bolívar, qué manera de posar que tiene, razón dice que de grande quiere ser modelo, cantante, pintora, y ya no me acuerdo que más.

Ayer, en el parque, emocionada corría a ver los monumentos y piletas, ¡qué desesperación!, es decir, tuve que correr atrás de ella; el solo hecho de que esté fuera de mi vista por un segundo me volvía loca, qué miedo que algo le pase, ay... eso de tener hijos si que me asusta, no les podría quitar la vista de encima por miedo de que algo malo les pase, y sí, seguramente con eso no haría más que perjudicarlos.

Por el momento disfruto de la compañía de mi Camila, de sus cuentos, de cuando me lee cuentos, de sus cartitas que está pegando en mi mesa de dibujo, de sus pasitos al caminar con mis zapatillas, de sus "pelos parados" cuando despierta; me gusta ver ese ligero "desorden" en casa, un peluche por aquí, un esfero x allá, eso es lo que más extraño, claro que cuando era a diario, me molestaba jejeje.

sábado, julio 19, 2008

Mi Camila

Desde que naciste yo vi un brillo especial en tus ojos.
Quise criarte como si hubieras nacido de mi vientre, te enseñé a caminar, y a caminar bastante; recuerdas que siempre querías salir conmigo? tenías que tomar pronto la leche del desayuno porque sino "no te ibas con la tía", y entonces en menos de cinco minutos ya estabas lista, eso que yo te llevaba con la condición de que no te voy a amarcar, pobre, no tenías más opción que aceptar, y, aunque después ya te dolía todo y te quejabas un poco, cuando parábamos en los columpios o entrábamos un ratito a la iglesia, o te amarcaba unas cuadras, de nuevo sonreías.
Te cambié los pañales, te di el biberón, te peinaba, jugaba contigo, te enseñé a pintar con todo lo que querías, témperas, acuarelas, latex, lápices de color... y me mirabas tratando de hacer los mismos gestos, ahora tomas el pincel con tus manos igual a mí; eras mi muñeca chiquita.

Luego enfermaste y creo que fue Dios el que hizo el milagro de que tres años después sanaras de esa leucemia, ya tu cabello crece con normalidad y el color de tu piel es otro, eres mi chiquita valiente. En ese tiempo tuve tanto miedo de perderte...

Ya estás más grandecita, y casi no puedo verte, solo cuando voy a Quito; pero tengo la foto en donde estamos con tu hermanita en la mesa de mi computadora, donde paso gran parte del día, y siempre las estoy mirando y recordando.

Esta semanita te vas a quedar conmigo en mi casa, y he planeado muchas cosas, ojalá no te de mucho frío no más, yo si que soy bien friolenta.

Poco a poco serás ya una señorita, y entonces me habré dado cuenta realmente de que los años pasan volando "y nos vamos poniendo viejos", aún así, no quiero dejar de ser tu "tía chacota"

jueves, julio 17, 2008

De lo cotidiano

Mi mami trajo estas tres plantitas desde Quito, para ponerlas en la ventana de la cocina, cuando las trajo, hace ya unos dos meses al menos, eran bien pequeñitas; me he encariñado mucho con la que está más grande, será cierto que las plantas sienten eso? porque a las otras dos no les presto tanta atención y no están tan grandes, en especial la de "la maceta" blanca, más bien un envase de crema ponds :P A veces converso con mis plantitas, eso de quedarse sola en casa cuando a veces no queda trabajo por hacer, hasta que llegue el esposito del trabajo al almuerzo es medio feo, y estas son mi única compañía a ciertas horas.

Ahora entiendo cuando mi abuelita no se quedaba más de tres días en casa con nosotros, siempre se iba pronto porque "mis plantitas tienen sed" jejeje.

martes, julio 15, 2008

¡Hasta que por fin!


Luego de tantos bocetos, borrando y borrando cosas, aumentando otras y poniendo uno que otro color por aquí y por allá, logré terminar el nuevo header de este blog que ya tiene dos añitos y más; no le celebro cumpleaños porque
siempre me olvido, pero ya para que no se aburran viendo lo mismo y lo mismo todas las veces que ingresan por acá, este es el comienzo de la nueva imagen de este espacio.

Esperemos que el tiempo me de, o como dicen por acá "que me rinda" para poder hacer el diseño completo del template como se debe. Como dicen: "En casa de herrero, cuchillo de palo" jejeje.

Quizás coloque una que otra fotito, así no pierdo la "costumbre", digamos más bien "constancia" y publico más seguido. Esta fotito es en Cartagena, por el Café San Pedro, en la parte antigua de la ciudad, un jueguito de ajedrez.

jueves, julio 03, 2008

sobre la vejez...

Cuando yo sea viejita, y ya no pueda valerme por mí misma, y tenga escasa visión o incluso casi no pueda moverme o no pueda bañarme o hasta ir al baño sola... quisiera solamente que el cielo o el infierno me llevaran de una vez... El solo hecho de imaginarme ser una "carga" para los demás es algo que me hace pasita el corazón... parece que los viejitos solo esperaran morirse, o será una impresión mía nada más?

Cuando era pequeña era como si el tiempo no pasara para ellos, tanto para mis abuelitos por parte de padre como de madre; a mi abuelita Piedad le tenía dicho que cuando se haga chiquitita, como mi muñeca, le iba a meter en mi casa de muñecas para jugar con ella, lo peor es que mi abuelita no me decía que eso no va a pasar sino me seguía la corriente, qué decepción que nunca pasó jajaja.
Con mi abuelito Pepe siempre fue una relación medio lejana, ya más bien de "grande" hablamos alguito, y le pido que me cuente cosas de sus viajes, claro que casi siempre me cuenta lo mismo que me contó la última vez, y siempre tiene sus "grandes problemas", aunque más que eso, yo diría que son "temas" si, porque un hombre nunca deja de ser hombre, y se complica la vida por pequeñeces, a eso se suma que él es Arquitecto, de los antiguos, y los "temas" se multiplican por tres. Ambos son abuelitos por parte de madre, son divorciados así que tocaba verlos uno por uno, ambos vivieron y crecieron en la ciudad, Quito y Riobamba o algo así, pero bueh...

En cambio, con mis abuelitos de parte de padre (Abuelito Humbreto y Abuelita Mercedes)... son mis padrinos de bautizo, y son personas humildes, vivieron en una finca cuando eran más jóvenes, osea, campo; mis padres siempre me enseñaron a respetarlos por lo que son, es decir, yo nunca he tenido lujos como para hacerlos de menos como algunas otras personas de mi familia... Este fin de semana los vi, y en realidad fue algo... no sé cómo describirlo, incómodo y extraño, además de la emoción por tenerlos cerca, claro, pero, fue la primera vez desde que se fue mi papi que realmente me fijo cómo están, físicamente hablando, ahora si los vi mas viejitos, y "me hizo feo"... Me dije a mí misma, "no quisiera llegar a eso", es decir, no es que estén acabados, pero, la vejez es como una segunda niñez, hay que estar pendientes de ellos, y porque son mis abuelitos no me molesta, además solo ver sus caritas y sus ojos alegres ya me pone contenta, pero también me asusta... me asusta el tiempo que sigue pasando, las cosas que se perderán, no sé, me asusta que llegue el día en que no los vea ya más...

Quizás fue la primera vez que mi abuelita Mercedes me dio la bendición, y es inquietante su manera de despedirse de mí cada vez que la veo en estos últimos tiempos... como si realmente ya no la fuera a ver jamás... No he perdido a un ser querido en mis 24 años, realmente me asusta...