viernes, septiembre 29, 2006

butterfly

Y entonces entendería el porqué...
ahora la noche me pisa los talones
y se esconden las estrellas de mis ojos

Una mariposa volaba en mi jardín; iba de flor en flor buscando el mejor aroma, la mejor flor; encontró una aislada de las demás, pero hermosa. Se posó en sus pétalos y sus alas se volvieron más livianas; la flor se movía, para asustarla, a veces se cerraba a destiempo, hacía de todo para que la mariposa volara; pero la mariposa no quiso, decidió quedarse.
A la flor le salieron espinas, pero la mariposa seguía allí, día y noche, no quería irse.

Yo la veía desde mi ventana; acariciaba con tal dulzura a la solitaria flor que parecía abarcar todo mi jardín en aquel rincón.

Un día la mariposa cayó muerta en la tierra húmeda luego de una tormenta, ni si quiera por la lluvia había querido marcharse...


No sé qué pasó con la flor...
Cuando vi a la mariposa inerte, la recogí y la guardé en mi baúl... Es tan hermosa!

miércoles, septiembre 27, 2006

Sabina

Tan preciso como:

"No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió"

martes, septiembre 26, 2006

será que nunca va a ser suficiente??!!

Se te ve triste, qué tienes?

- Nada, por?

Tienes los ojos tristes

- En serio?, no me había dado cuenta...

jueves, septiembre 21, 2006

mientras duermes...


Duermes...
Te miro y mi alma se aturde; estás ahí, recostado, con una mano bajo la mejilla y la otra entre las rodillas; pareces un niño triste.
Tu forma de respirar te hace levantar los hombros, tienes los pies descalzos...
No puedo dejar de mirarte, hace apenas unos minutos hicimos el amor...

Niño-hombre-de la sombra triste, duermes, en cualquier momento despertarás, y yo solo quisiera dormir entre tus brazos...

martes, septiembre 19, 2006

5 y 6

Salió corriendo de la casa, con el alma enfurecida y los ojos llenos de lágrimas,cruzó el patio de cemento, abrió la puerta principal y la cerró de un solo tirón a su paso. Atravezaba una a una las calles sin importarle los autos que iban y venían, recorrió muchas cuadras hasta llegar al parque.

Se sentó bajo un árbol; tenía los zapatos llenos de tierra, los cordones desatados y en las mejillas rastros de llanto.
Traía las manos cerrados, en forma de puño y un nudo en la garganta producto de la rabia que no había sido controlada.

Entonces se puso de pie y comenzó a golpear el árbol que tenía junto a él, una y otra vez, una y otra vez, cada vez con más rabia!! Sus manos se llenaron de sangre, pero eso no importaba... se hizo de noche, se sentó de nuevo bajo el árbol, ya un poco más calmado, y su rostro entristeció.
La luna apenas y estaba llena, alumbraba poco, la gente dejó de transitar por el parque y solo se escuchaban algunos grillos; ya pocos vehículos circulaban por la avenida.
Tuvo miedo, tal vez por primera vez estaba consciente de que tenía miedo; abrazó sus rodillas y cerró los ojos, el viento hacía sonar las ramas de los otros árboles; sintió hambre y frío, pero sabía que estaba solo. Con 6 años a cuestas, y estaba completamente solo.

Se quedó dormido cerca de la media noche.
De repente sintió una mano tibia en sus mejillas y un beso dulce en la frente, abrió los ojos...


- Ñañito, te estaba buscando, qué haces aquí?

Ella se sentó a su lado, y él se arrojó a sus brazos como un niño asustado, la abrazó fuerte y lloró poniendo el alma en esas lágrimas. No se guardó nada, le contó todo, le dijo también que ya no quería volver a casa...
La niña le dijo algo en el oído, luego le besó los ojos.
Desapareció el miedo, el odio, la tristeza, el frío, solo eran los dos hermanos abrazados en el parque vacío.


Horas más tarde regresaron a casa, ella lo llevó hasta su cama, le hizo compañía acariciando su frente hasta que se quedó dormido...

Ese sería su secreto; ese día nació la complicidad entre ambos, ese día habían creado un lazo que jamás se iba a romper...

"Lo que no te mata te hace más fuerte"

viernes, septiembre 08, 2006

en un rincón...

Hoy encontré tu olor en una funda de plástico;
permanecía allí, inmóvil, oculto, intacto...

Comprendí,entonces, que ya no volverás...
que mi dolor se fue contigo

martes, septiembre 05, 2006

100 años...

Caótica, desde no ser planeada, al colarse a través de la "T de cobre" y asustar un poco...

Cuando abrió los ojos y una ráfaga de luz le cegó la mirada, no quedarían ya recuerdos "del interior", no sentiría nunca más la mano cálida a través del vientre materno, ni el líquido caliente en su piel desnuda entrando y saliendo por cada poro.
Tenía los ojos grises y la piel blanca, casi transparente. La bañaron y cubrieron, como si su piel necesitara que la cubran. Sintió el primer beso y en la lengua el sabor de la leche tibia.
Dormía todo el día y lloraba poco; la habían "entrenado" de tal modo que diera tiempo para hacer muchas cosas además de cuidarla.


El cabello le iba creciendo, los "churos castaños" causaban sensación a todas las visitas, los ojos grises se tornaron azules, luego verdes, por último eran como los de su madre; la piel blanca se "tostaba" de vez en cuando con el sol de la mañana. Sus extremidades fueron creciendo, su voz cambiaba, desarrollaba ideas y ocurrencias... los juegos, el ratón de los dientes, la bicicleta, las muñecas, las travesuras que quedaban casi siempre "a medias", los golpes, rasguños, los garabatos, los deseos en navidad que nunca se hacían realidad, los patines que nunca tuvo, los cuentos, las melodías que entonaba la abuelita en el piano, las visitas de ésta cada cumpleaños, la pelota, el columpio, la "soga" para saltar, "el elástico", las bufandas que perdía siempre en la escuela, los pequeños hurtos de "crema chantilli" en casa, los castigos, el perro muerto, la "casita de muñecas" que nunca tuvo y que tanto le fue prometida, la importancia que daba siempre a las palabras y que nadie nunca entendería, los sapos que eran cruelmente acribillados por su hermana mayor, los "chanchitos" y las "cuicas" que encontraba bajo los troncos del jardín, el pavo que chumado y sin cabeza correteaba el césped, las gallinas encerradas para que el perro no se las coma, los cuentos de Disney, la primera película en VHS, la TV en blanco y negro, que pocas veces le dejaban ver, las rosas de la vecina que iban desapareciendo porque los pétalos eran dulces, el fideo crudo cuando no habían más que comer, las 5 bolas de chicle a go-go que se metía a la boca y que "a duras penas" conseguía masticar sin que se le saliera más de la mitad, el dinero que tomaba del cajón de su madre sin saber que era malo hacerlo, la operación, cuando le pusieron anestesia e imaginó su muerte sin saber exactamente el porqué, el amor por los helados, los primeros conejos, las miradas de reproche y desaprobación de sus compañeras en la escuela, su odio a todo el mundo, su soledad, las gradas de la escuela donde se sentaba a ver cómo todas jugaban sin ella, la rayuela que nunca paraba de dibujar en cada acera con un pedazo de teja naranja, el encierro que sentía en casa, la hermana que no entendía que solo quería jugar un poco porque nadie más la quería cerca, las malas notas, los recados de la maestra en el cuaderno de los deberes, sus padres en la escuela, la psicóloga infantil, los primeros consejos...

Los años transcurrían...

El espejo empezó a ser su peor enemigo, la ropa rara, las miradas de desaprobación que continuaban; la noche que enfermó y mágicamente aprendió a dibujar, sus primeras pinturas, las clases de piano con "la seño" rusa, su primer "enamorado", el del traje de loro, y orejas de elefante, jugar a "las escondidas" con sus padres, las mentiras, el creer que todo era fácil, el "primer amor", el "primer beso", los reclamos de sus padres, sus ganas de opinar, su boca cerrada, su cuaderno universitario a cuadros, sus primeros escritos, su fragilidad ante la vida... los libros, sus mejores amigos, las escapadas de la misa para curiosear los viejos libros en la biblioteca, el grupo juvenil, los bailes de las compañeras a los que nunca le invitaban, los permisos que no conseguía de sus padres, los rechazos que continuaban, el odio que crecía, el abandono de su hermana tras una confesión, el "retiro" los amigos, las llamadas por teléfono, las coqueterías, los buses, el viaje a la ciudad sola, la especialidad en el colegio, el nacimiento de su sobrina, la graduación tan deseada!!. El instituto, el miedo al rechazo de nuevo, el "encaje", el cariño de los profesores, los chicos...

El hombre que la siguió por años, las mentiras para poder "escapar", el retar a la muerte atravesando la carretera con los brazos abiertos, en media vía, esperando sentir un solo golpe, un solo final; los cortes en los brazos, los dibujos con su propia sangre, la poesía de César Vallejo, los cuentos de Cortázar, la música de Silvio, su primer tabaco, la pintura en la yema de los dedos mientras sus ojos se volvían cristales; todos los demás hombres que conoció, la ansiedad, la enfermedad que rondaba su casa, los problemas del hogar que poco a poco iría perdiendo, las peleas, las "pérdidas de control", el miedo, la compañía que casi siempre terminaba por ser una costumbre, el trabajo, su necesidad de guardar grandes y pequeñas cosas en cualquier lugar, lejos de ella misma...!
La confianza que daría a esos ojos profundos, las preguntas sin respuestas, las emociones que seguirían desbordándose por cada poro de su piel al más mínimo contacto, la ansiedad, la frustración, la tristeza, la soledad, los sueños, el vacío, el silencio, el fuego...

A veces, cuando está sola en casa, baja descalza y en silencio las tibias gradas, va al "estudio", toma el álbum de fotografías de entre los demás libros, se mira y no comprende muchas cosas, sabe que el brillo de sus ojos aún no está del todo perdido, siente que ha vivido más de 100 años... Escucha los pájaros en el jardín, guarda las fotografías con cuidado, entra a la cocina, que es la ruta que lleva al patio... cuando cierra la puerta cierra también los ojos... nada ha sido en vano, y sin embargo, a veces pareciera que no conserva en absoluto nada de los sitios por donde ha estado vagando...

viernes, septiembre 01, 2006

uno x dos...

No entiende, no sabe, no comprende
No se le entiende, no se sabe, no se le comprende
Dos heridas abiertas, cada una por su lado
Dos sombras solas

Que no se entienden, no se saben, no se comprenden...

Una sombra camina sola
llevándose lo que le queda del corazón en los bolsillos
con los ojos secos ... y las alas rotas...