El silencio no mitiga los dolores de la sangre, el vacío se estremece al sentir un todo acercándose, la tarde triste se posa ante el altar; un olor a moho y a frío permiten respirar...
La carne se amortigua, se acalambra, se endurece, el calor se evapora junto al mar, y nos llueven estrellas fugaces en la cabeza... con los ojos abiertos... es posible soñar
La piel muerde salvajemente, mientras las sombras esperan un tiempo que no existe, las manos se abandonan entonces al viento... y muere en mí otro deseo...
6 comentarios:
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El silencio no mitiga los dolores de la sangre, el tiempo lo hace, sólo que en lapsos variables.
amiga cada die escribes genial por favor envieme sus escritos por correo
Me gusta tu estilo, profundo, simbólico... bacán
Me ha gustado mucho el ultimo párrafo: La piel muerde salvajemente, mientras las sombras esperan un tiempo que no existe, las manos se abandonan entonces al viento... y muere en mí otro deseo...
Ni yo misma sé, cuantos deseos llevo muertos en mi interior.
prueba conmigo que llevo muertos adentro en una lucha estupida por revivirlos...
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