viernes, diciembre 14, 2007

padre...


A veces no se sabe bien la causa de alguna consecuencia, siendo que todas las consecuencias tienen su propia causa.

Yo no sabía qué era lo que estaba pasando, hasta que un día simplemente me di cuenta que tu ausencia me hacía buscarte en el sitio menos pensado, que la falta que me hacías me provocaba hacer cosas, que quizás jamás me hubiera imaginado haría en mis cabales...

Es una gran verdad que uno no entiende la magnitud de las cosas que le suceden "al vecino" sino cuando los vive en "carne propia"

Aún ahora que todo está bien, no puedo evitar extrañarte y sentir el "corazón hecho pasa" cuando preguntan por ti. Porque aún sin tu presencia en casa, la vida ha continuado, y tengo muchas cosas que contarte cuando regreses...

4 comentarios:

Gilda dijo...

Las ausencias son parte del corazón de un@: lo pueden arrugar, cambiar de forma, de color y de textura.
Pero siempre, siempre, lo hacen más fuerte.
Saludos, me gustó mucho tu blog ;)

Anónimo dijo...

Haces sentir ese dolor intenso que tienes incrustado, he tragado saliva al leerte, ojala puedas tener la ocasión que tanto ansias.

Lord Croxus dijo...

Ausencia de un ser querido.
Nostalgia.

fgiucich dijo...

Un padre siempre vuelve, a pesar de todo. Abrazos.