He perdido casi por completo la noción de los días que han pasado y que siguen pasando.
No he visto noticias en al menos unos ¿4 meses? Prácticamente no sé lo qué pasa en el mundo y estoy mejor así. Salvo ciertas noticias realmente "bomba" de las que es imposible escapar la atención.
Me concentro únicamente en cosas esenciales, usualmente son las más pequeñas y cotidianas.
Los días pasan de prisa y sin embargo ciertas horas son eternas.
Muchas veces imagino que soy un árbol, con malas raíces, por supuesto. Que de algún modo solo está allí, en algún lugar. Creo que esa ha sido la clave de todo durante este tiempo.
Sigo hablando de más, ciertamente, esa es, sin duda, mi mejor terapia, de la que muchas veces termino arrepentida; aunque estoy resignada y acostumbrada a meter la pata casi siempre así que... ¡supongo que no tengo remedio! jajaja.
Este, definitivamente, ha sido el año más intenso de toda mi existencia. Ha ganado este galardón por el número incalculable de sensaciones, emociones, tristezas, alegrías que me ha hecho vivir estos casi 12 meses completos. Me sigue sorprendiendo cada día, en realidad... va a ser un año inolvidable, lo es ya.
Mi corazón se ha hinchado y se ha encogido incalculable número de veces, lo he escuchado romperse a menudo en silencio, he recogido los pedazos y los he vuelto a unir, uno que otro se ha perdido por allí, pero sigo dándome del mismo modo, o quizás más en ciertos casos. La cuestión es que... no importa la cantidad de cariño que ingrese, parece que jamás va a ser directamente proporcional a la cantidad de cariño que sale... pinche sensibilidad. No, no es una queja, ni tampoco estoy presumiendo nada, solo... estoy "pensando en voz alta". Estas cosas nunca son como me las imagino.
Como sea, lo que sigue importando, después de todo, es que sigo de pie, como un árbol, de pie para recibir el sol, la brisa, la lluvia, la tormenta, para alojar nidos, para presenciar el mundo...
Y nada más...
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