martes, septiembre 19, 2006

5 y 6

Salió corriendo de la casa, con el alma enfurecida y los ojos llenos de lágrimas,cruzó el patio de cemento, abrió la puerta principal y la cerró de un solo tirón a su paso. Atravezaba una a una las calles sin importarle los autos que iban y venían, recorrió muchas cuadras hasta llegar al parque.

Se sentó bajo un árbol; tenía los zapatos llenos de tierra, los cordones desatados y en las mejillas rastros de llanto.
Traía las manos cerrados, en forma de puño y un nudo en la garganta producto de la rabia que no había sido controlada.

Entonces se puso de pie y comenzó a golpear el árbol que tenía junto a él, una y otra vez, una y otra vez, cada vez con más rabia!! Sus manos se llenaron de sangre, pero eso no importaba... se hizo de noche, se sentó de nuevo bajo el árbol, ya un poco más calmado, y su rostro entristeció.
La luna apenas y estaba llena, alumbraba poco, la gente dejó de transitar por el parque y solo se escuchaban algunos grillos; ya pocos vehículos circulaban por la avenida.
Tuvo miedo, tal vez por primera vez estaba consciente de que tenía miedo; abrazó sus rodillas y cerró los ojos, el viento hacía sonar las ramas de los otros árboles; sintió hambre y frío, pero sabía que estaba solo. Con 6 años a cuestas, y estaba completamente solo.

Se quedó dormido cerca de la media noche.
De repente sintió una mano tibia en sus mejillas y un beso dulce en la frente, abrió los ojos...


- Ñañito, te estaba buscando, qué haces aquí?

Ella se sentó a su lado, y él se arrojó a sus brazos como un niño asustado, la abrazó fuerte y lloró poniendo el alma en esas lágrimas. No se guardó nada, le contó todo, le dijo también que ya no quería volver a casa...
La niña le dijo algo en el oído, luego le besó los ojos.
Desapareció el miedo, el odio, la tristeza, el frío, solo eran los dos hermanos abrazados en el parque vacío.


Horas más tarde regresaron a casa, ella lo llevó hasta su cama, le hizo compañía acariciando su frente hasta que se quedó dormido...

Ese sería su secreto; ese día nació la complicidad entre ambos, ese día habían creado un lazo que jamás se iba a romper...

"Lo que no te mata te hace más fuerte"

13 comentarios:

Nidesca dijo...

el amor nos hace más fuertes, esa complicidad que nace en la infancia teje un nudo que va más allá del tiempo.


hermoso relato.

besos
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Hiscariotte dijo...

¿La niña le dijo que ella ya se había encargado de asesinar a sus padres para que no los vuelvan a molestar? ¿O qué fue lo que le dijo?

Me gustó; me recordó las veces que de niño también me cabreaba por algo y huía del lugar, aunque no recuerdo haber golpeado a árbol alguno en el proceso.

Un abrazo.

Joy dijo...

nika: exacto!! es ese lazo el que percibí en alguien hace poco y que me hizo escribir ese "cuento" =)

hiscariotte: mmhmm, no precisamente, pero ya que lo mencionas... esa idea no está nada mal!! jajaja

Rolando Escaró dijo...

hay lazos que hacen mas fuertes cada vez que algo amenaza romperlos

Cheqa dijo...

simplemente conmovedor...

Ingeniador dijo...

¿me cuentas el secreto?

Joy dijo...

ingeniador: sabes? creo que hay cosas que nunca deben saberse, y por lo tanto otras tantas que nunca deben decirse... siempre queda la imaginación! Así desespere.

vary dijo...

Con la frase de cierre del afamado Nichtze, hace deducir que el secreto debe ser bien guardado...

Anónimo dijo...

Me has dejado con la curiosidad, kodama mala... pero bueno por algo ha de ser... besos felinos. Bonito texto.

Lord Croxus dijo...

Ingeniador: El secreto es un privilegio que se gana. poseo secretos de mis Aliadas que nadie sabe ni sabra y que me los llevare a la tumba. Me gusta guardar secretos, es el nexo en que radica la amistad. En lo personal Mis secretos no los comparto con cualquiera, sino con quien lo merece.

Ingeniador dijo...

Croxus:

Te felicito, pero

¿Y qué es más importante guardar para ti, los secretos o a tus aliadas?

Ojalá no tengas que escoger.

Lord Croxus dijo...

Ingeniador: La respuesta es simple Cuando mis aliadas me confian sus secretos estan conmigo en cuerpo, mente y espiritu, pues lo uno va con lo otro, es decir, conservo a ambas y viceversa.

Màs pedante que vos. dijo...

Muy tierno el cuento, me gusta que me hiso recordar cuando lei "el tambor de hojalata" de Gunter Grass, en el cual se dedica todo un capitulo a las fotografias antiguas, y como estas contaban toda una hisotoria. Mientras las nuevas fotos instantaneas de 5 min, no dicen nada de ti...y menos de tu alma.