
Entender lo que espera al cruzar la puerta, cobijarse con la luna mientras ese mundo de fantasía regala personajes inimaginables que hablan y se mueven por sí solos, que sonríen, lloran, odian y se alimentan, esos seres que se desvanecen al sentir el calor de los primeros de los rayos de sol...
Comienzos nuevos... finales distintos. tratando de pensar que nada dura para siempre...