lunes, noviembre 22, 2010

Sobre el odio

Me han preguntado a quién odio. Y yo, aparte del frío, creo que no odio a nadie en particular.

Podría decir que odio a una ex-jefa mía que era como el diablo reencarnado, pero no, pensando bien la cosa, no es odio, ahí en su conciencia (si es que tiene) quedará todo lo que pasó.

Odiar a alguien es darle una importancia que no merece o que simplemente no se ha ganado. De paso el odio "mata el alma y la envenena", al menos eso es lo que dicen.

Yo no siento odio por nadie, y me alegra; porque por más daño que crean que me han hecho, o que también yo crea que me hicieron, no mantengo guardado ningún sentimiento negativo de ese tipo en mis entrañas. Y es que el tiempo pasa y cualquier herida va sanando y cualquier cicatriz es algo así como "herida de guerra" que ya no duele más. Un recordatorio de andar con más cuidado la próxima vez y punto.

Hay que aprender a superar las cosas y no mantenerlas dando vueltas como si fueran lo único en la vida que tiene importancia o lo único que queda, o lo único que existe.

Es graciosa la manera en que ciertas cosas suceden. Al final uno se termina dando cuenta que todo es mucho más simple de lo que parece y se estaba ahogando en un vaso de agua.

Solo hay que dar importancia a lo que realmente lo tiene, por tiempos limitados, el resto, no es más que un simple relleno.

14 comentarios:

Rudd-O dijo...

Estoy en cierto nivel de desacuerdo contigo, Joy.

El ser humano experimenta distintas emociones negativas. Desesperación, odio, celos, miedo, sorpresa, recelo, sospecha, inseguridad, depresión.

Hoy en día es popular la idea de que aquellas emociones son "malas" y por tanto quienes no las sienten o las reprimen (con fuerza de voluntad, con medicamentos, con negación) son gente buena o "superada". Es el caso del tipo que dice "yo no siento celos" o "yo no le tengo miedo a nada". Y que bum, de repente descubre que el hijo de su mujer no es suyo, o se mata al volante por manejar muy rápido.

Tonta idea. La razón por la que la raza humana ha persistido por cinco millones de años es precisamente porque esos sentimientos, cuyo centro neurológico es la amígdala, nos han permitido sobrevivir. El recelo te permite repensar algo o alguien antes de aceptarlo. Los celos te garantizan que sólo tus genes (y no los de otros u otras) se perpetúen (cosa aún más importante en un hombre, dicho sea de paso, con lo que se explica que los hombres generalmente sean más celosos y más bruscos que las mujeres en ese sentido). El miedo es aquello que te da la prudencia de escapar de una situación peligrosa. El mismísimo ODIO que te sirve para mantener separadas de tu vida a gente que tú consideras mala (y que por supuesto redunda en beneficio neto para tí).

En resumen: aquellos sentimientos que es tan popular negar estos días, no son más que los componentes esenciales de un instinto de supervivencia superior que nos ha hecho dueños y señores del Planeta Tierra. Se dice que el cerebro primitivo (inconsciente) es siete mil veces más potente que el consciente, y hoy sabemos (mediante el uso de máquinas fMRI) que la religión perdura hasta el día de hoy precisamente porque rezar es un acto que -- sin notarlo -- le permite al creyente invocar a su propio subconsciente en vez de a ninguna deidad (y los naturalistas tenemos nuestras opciones también).

Pero sí estoy de acuerdo con una cosa: con el tiempo, todas las emociones negativas (incluso las más malas) se apagan con el tiempo. Y se apagan con el tiempo, precisamente porque cuando se apagaron, es porque ya cumplieron su propósito. Pero la cuestión no es "aprender a superar" -- no se necesita aprender ello, porque ya venimos PROGRAMADOS cerebralmente para ello, y todo lo que hay que hacer para superar esas emociones, es simplemente esperar. El cerebro sabe más por viejo, que por sabio.

Voy a repostear este comment en mi blog.

Rudd-O dijo...

Posteado:

http://rudd-o.com/es/archivos/no-hay-emocion-mala

Versión mejorada y corregida :-)

Joy dijo...

Rudd-O: Te contesté tan bacán y se pudrió el internet y finalmente no se fue el comentario y encima se borró.

Esto no suena tan parecido al original... pero ya ni modo:

No niego mis emociones ni las reprimo, yo soy demasiado emocional para exponerme a semejante sacrificio. Soy humana, tan simple y compleja como vos, como todos los demás, con mayores y/o menores cualidades que los demás; no niego que siento miedo bajo ciertas circunstancias, celos algunas veces, recelo casi siempre; no niego que casi siempre le veo el lado malo a las cosas imaginando las peores desgracias, en definitiva, no niego mi humanidad. Y como tal, estoy muy consciente de que no siento odio por nadie, seguramente si lo sintiera sería la primera en darme cuenta. En ese aspecto soy bastante práctica, ni me la paso buscando a quién odiar, ni me la paso odiando a cualquier pelagato por cualquier pendejada (ex amigo, ex pelado, ex jefe, etc), allá cada cual y sus acciones; cualquier daño que me hayan hecho, ya está hecho y no hay marcha atrás. Las cosas pasan, el pasado no es más que eso, una serie de acontecimientos que JAMÁS vamos a poder revertir hagamos lo que hagamos, es algo que ya pasó, y los que queremos y podemos solamente seguimos moviéndonos.

No me voy a quedar repasando mentalmente o quejándome o llorando por los rincones a causa de todas las desgracias que viví, es decir, podría, pero, ¿qué saco de eso? NADA. Así que sin reprimir los momentos cumbres de tristeza, depresión, furia, llanto, soledad, etc, solo vivo cada emoción como se presenta mientras dure y nada más. Hay más cosas que me aguardan.

Quizás esto del odio sea otra de esas cosas "relativas", cada cual tendrá su concepto y/o pensamiento al respecto, vos tienes el tuyo, yo tengo el mío ;) Por ahora, quise enfocarme más en el sentimiento de odio, nada más.

Saludos!!

Rudd-O dijo...

Interesante!

Algo que dices "No me voy a quedar repasando mentalmente o quejándome o llorando por los rincones a causa de todas las desgracias que viví, es decir, podría, pero, ¿qué saco de eso? NADA."

Bueno, yo te diría que ese deseo de repasar mentalmente y "rumiar" lo que uno siente es parte natural del proceso de recuperación y sanación, y que tratar de cortocircuitarlo a la fuerza sólo prolonga aún más la superación de cualquier tragedia o pena u odio. Es normal deliberar y deliberar por un par de semanitas, digamos. Pero también te diría que es super malsano quedarse en ello para siempre.

Sí se saca algo de repasar mentalmente las vivencias de uno: experiencia y aprendizaje, que eventualmente llevan a la felicidad. No lo olvides :-)

David Nikolalde dijo...

"Hay, estoy en "cierto" nivel de desacuerdo contigo" xq no pueden decir ESTOY EN DESACUERDO CONTIGO, jajaja... (no que es preciso experimentar las emociones en su TOTALIDAD?) en fin... a diferencia de ti Joy yo amo el frío, aunque por dentro me esté matando... en todo caso lo que odio es no tener un buen abrigo o una buena cobija (jeje).
Bueno, si hay algo que odio es a la gente que tira basura teniendo a dos centímetros el basurero, ESO SÍ QUE ES DETESTABLE!!!! gente ignorante!!! jajajajaja... bueno Joy me despido antes de que me odien todos los que escriben por acá y me boten a piedrazos

Anónimo dijo...

Se puede odiar una activiodad, una actitud o cualquier cosa que sea un verbo,un sustantivo o hasta un adjetivo... creo
No odio a nadie y que bueno que tu tampoco lo hagas, sin embargo si odio algunas actividades y hasta programas de TV, o no será odio?, como sea estoy en cierto nivel de incetidumbre repecto de mi nivel de acuerdo contigo :D.
Slds
CD

So dijo...

Me quedé con todas las ganas de comentarte, pero pa qué.
En tal caso ya te veo la sig semana y ahi si las bielas.

hoy justito me quedé prendada de una frase en una canción de Ferro. "y quiero indiferencia si solo tienes reproches".
abrazo

Anónimo dijo...

El odio va de la mano del amor. el amor no puede vivir sin el odio, y el odio no puede vivr sin el amor Por eso dicen que del amor al odio hay un paso. Quien dice no sentir odio, o es perfect@ (nadie lo es) o es tont@.

WR.

Joy dijo...

Nko!!: Si es preciso experimentar las emociones para saber de qué se escribe, pero nunca son buenos los extremos, es lo que pienso yo :P Yo si, mientras menos frío hace, soy más feliz! Ya ves, si vinieras, te encantaría el frío así estés todo morado, jajaja.
Nada nada, aquí nadie bota a piedrazos a nadie :P Y si, qué iras esas personas que botan la basura en la calle con el tarrote de basura en la jeta. Qué lindo saber de vos así de seguido. Un abrazo!

CD: Jajaja. Es verdad, o bueno, digo yo, odiar ciertas actividades, como planchar, lavar la ropa, cocinar (a veces) :P Lo bueno que la María lava los platos, sinooo, jajaja.

So: Buen fragmento de esa canción, no tengo idea si he escuchado pero ya voy a buscar a ver qué tal es el resto :P Era que comentes no más, jejeje.

WR: Todos tienen su opinión al respecto y yo la respeto. En tu caso, seguro estás convencido de que así son estas cosas del odio, en el mío, yo estoy convencida de lo que he escrito en mi post. Yo amo a mi esposo y no lo odio, estoy 100% segura de que es así, así que mi amor vive tranquilamente sin el odio. Podrán no gustarme ciertas cosas que hace o que no hace, pero no es un "odio" en sí. Yo no soy ni perfecta y mucho menos tonta, simplemente no siento odio, así como unos no sienten vergüenza, como otros no tienen conciencia, como otros no sienten nada (que en realidad es pura teoria, porque al ser humanos por lo menos algo sentimos). Como lo dije en mi post, y lo repito, no saco nada con odiar, las personas van y vienen, de mí depende si conservo recuerdos buenos o malos y si decido alimentarlos con odio o no.

Anónimo dijo...

Nobody is perfect.

WR.

Joy dijo...

WR: Si, menos mal, porque si alguien fuera perfecto, sería el ser más aburrido del universo.

fgiucich dijo...

Sin ninguna duda. Abrazos.

Rudd-O dijo...

Mmmm... parte de ser perfecto consiste en no ser aburrido. Si alguien es aburrido, mal puede decirse de él que es perfecto, ¿no?

Paranovas dijo...

No estoy de acuerdo: el odio es el sentimiento que más claramente refleja que algo nos desagrada. Y si algo nos desagrada, aunque sea poco, hay que darle la importancia que se merezca y no tardar demasiado en hacerlo desaparecer.

Como vengo diciendo desde hace unos quince años: odio, luego existo.