Un "relato" largo

Siempre me sentí distinta a las otras, desde niña, yo no era una niña común y "silvestre", siempre traté de encajar de alguna manera entre mis compañeras del jardín y de la escuela, pero casi siempre resultaba que me mandaban a jugar no más por otro lado; recuerdo que cuando me cambié de colegio y aún no tenía amigas, solía ir los recreos donde mi hermana pero ella siempre me mandaba a mi grado, no le gustaba que yo estuviera ahí "molestando". En el colegio, la misma historia, aunque en plena adolescencia llegaba a afectar mi autoestima a tal punto que no podía valerme por mí misma, era, según yo, maestra para dar consejos, pero yo misma no podía aplicarlos... Pasé el final de mi vida colegial prácticamente aislada de todo el mundo, es decir, sabían quién era yo, de hecho, cuando había que escribir un poema "a la virgen María" venían donde mí para que lo hiciera y el lunes en el minuto cívico, ahí estaba yo, con el micrófono frente a todo el colegio; o cuando había que hacer algún cartel o algún dibujo, igual; eso me hacía sentir importante para las autoridades del colegio, así que era bueno, pero a veces era molestoso porque solo a mí me buscaban jejeje.

De todos modos, en el transcurso de toda esa vida, siempre había alguien, pero el número no pasaba de dos (ahora me doy cuenta que eso fue mejor); y claro, con el tiempo se iban alejando, se cambiaban de colegio, o simplemente andaban buscando nuevas cosas. No extraño nadita el colegio, era buena estudiante (tampoco era "nerd)", nunca fui "una oveja descarriada" yo era una "niña buena" :P

Luego llegó la época del Instituto; el primer día de clases tenía tanto miedo de entrar que me puse a llorar una esquina antes de llegar, ¡tenía pánico!, jamás había estado con tantos varones junto a mí, lo que pasa es que no salía mucho de casa, más bien no salía, mis únicos amigos hasta ese tiempo los había conocido en la iglesia por la catequesis, o uno era hermano de una compañera de mi hermano menor...; así que ahí si "me destapé" (en el buen sentido) me hice amiga de los profesores, tenía hartos amigos varones, demasiado "amiguera," decía mi mami; era como si estuviera en la "cumbre" de mi vida social; el Instituto fue para mí como un paraíso, aprendí hartas cosas y si, quizás eso si extraño :P

A la par del Instituto la vida laboral, me han tocado unos jefes terribles, por eso ahora soy mi propia jefe :) y soy buena gente jajaja.
Luego me casé, y lo chistoso es que cuando yo conocí a "mi neguito" nada que ver, es decir, era un man ahí con camiseta roja y chumado (jajajaja, bueno, es que era una reunión de bloggers donde había cerveza, harta cerveza), y yo, que siempre, o hasta ese entonces, fui amante de relaciones largas, andaba con un enamorado ya como unos dos años (duré tres). No recuerdo exactamente como fue, pero la primera vez que salí con mi neguito (a comer shawarmas) todo era super raro, lo veía super mayor a mí, bravo; yo creí que él trabajaba leyendo blogs, que le pagaban por hacer eso, total luego me enteré, que ha sido Ing. en Electrónica y Telecomunicaciones; lo que pasa es que me hablaba harto de blogs y bloggers, y yo con el "poder de mi imaginación" yafs, fue lo único que pensé; bueno, siguiendo con ese día, cuando acabó la comilona, me ofreció llevar a casa, yo le dije que vivo lejos, pero igual quiso, buenaso por mí, así no tenía que andar en buses esa tarde casi noche; así que mientras íbamos por la Av. oriental, en Quito, antes de llegar al trébol, lo regreso a ver, y miro sus manos en el volante, sus ojos clavados en la ventana del frente mirando bien el camino, y, de repente, un pensamiento se cola en mi cabeza "ooh, mi esposo, y ya vamos a casa" nooo!!!, es decir, ¿¿qué??, mejor miré al lado de mi ventana y traté de sacar ese pensamiento chueco de mi cabeza, ¡yo tenía pelado! y nof, ¿qué iba a estar pensando en casarme? y encima ¿con uno que ni conozco?, nof!!. El punto es que yo ya sabía que me iba a casar con él, todo gracias a mi "visión" y a mi querida So también, que fue quien nos presentó.

Ahora ya no trato de encajar en ningún lado, me sigo sintiendo distinta, pero ahora estoy segura de mí y de lo que soy, de lo que tengo y de lo que puedo tener; eso de sentirme siempre sola y aislada de cierto modo me ayudó a tomar las decisiones por mí misma, que sí, no siempre fueron las acertadas y hubieron épocas turbias en mi vida, cosa malas, re-malas, pero al final siempre quedan las cosas buenas.

No sé porqué se me ocurrió contar hoy todo esto, quizás sentí un poquito de nostalgia nada más, hoy cumplo 25 años; cuando tenía 15 y conocía a alguien de 25 decía "que vieja" pero no, yo no me siento vieja, ni adulta, aún me siento , en parte niña, aún puedo darme cuenta de lo que hay a mi alrededor sin pasar por ahí como ciega pensando en otras cosas; aún tengo hartos sueños que quiero cumplir y aunque a veces parezca que se acaba la paciencia, sé que sola no estoy. (Abajo un regalito de Chaulafanita, cómo me vería de modelo jejeje; igual se pixela chiquito, pero si hay como agrandarlo haciendo click encima para que se vea mejor)